A derribar las pirámides. Sobre el Encuentro de rebeldías «Algunas partes del todo» convocada por los zapatistas.

A derribar las pirámides. Sobre el Encuentro de rebeldías «Algunas partes del todo» convocada por los zapatistas.

Caracol de Morelia, Chiapas, México, Agosto del 2025. Los zapatistas lo volvieron a hacer, ¿qué hicieron? De todo un poco y un mucho. Convocaron a la humanidad a compartir algunas de las formas en que continúa y se sostiene la lucha contra el capitalismo. Al cual lo compararon en esta ocasión con una pirámide, a la que invitan a cuestionar y derribar, las pirámides que nos oprimen, que se sostienen con la represión, la explotación, el desprecio y el despojo.

Su palabra fue clara, «no queremos un gobierno menos malo» dijeron, quieren una sociedad libre y organizada que enfrente los retos apocalípticos que el capitalismo ha generado. Nos llaman a resistir la tormenta que viene y la que ya inicio, que día a día crece amenazando la vida toda.

Durante 14 días nos invitaron a escuchar, a escucharnos, y también a darnos la palabra con el objetivo de conocer las múltiples formas en que corazones honestos, organizaciones pequeñas y grandes resisten y construyen alternativas, como están enfrentando en sus territorios a la hidra capitalista. Al Caracol Zapatista de Morelia se sumaron más de 2700 personas de más de 45 países. Zapatistas y movimientos de varias partes del mundo compartieron sueños y esperanzas, pero más relevante, la forma en que lo están construyendo «no solo en la palabra, sino los hechos» reiteraron en su iniciativa las comunidades autónomas zapatistas.

Muchas de esas resistencias nos informaron de las problemáticas que en sus tierras enfrentan. Los jóvenes estadounidenses de las movilizaciones por Palestina fuertemente reprimidas por el gobierno de Trump, la resistencia Kurda con el Confederalismo y la guerra que enfrentan en sus tierras invadidos por Estados Nación, los sindicatos anarquistas como el FUA de Alemania rescatando el espíritu original y rebelde de la lucha de los trabajadores, de las comunidades que resisten la represión en El Salvador y su política carcelaria, en Chile y Argentina donde hay una guerra contra el pueblo Mapuche, del trabajo de las okupas y su solidaridad en Italia y en Grecia, de las experiencias de tierras recuperadas y trabajadas en colectivo, en común, como dicen los zapatistas, y como estas luchas se suman a la lucha contra las guerras, el racismo, las violencias todas, las patriarcales y hasta las digitales.

Al centro la solidaridad con palestina, en muchas palabras y acciones el tema central fue la necesidad de frenar el genocidio, que es una causa común de la lucha contra el capitalismo global. Los zapatistas y principalmente los milicianos salieron portando banderas palestinas y en los discursos la dirigencia zapatista insistentemente recordó ese pendiente de todas y todos de frenar la masacre que hace el Estado de Israel y Estados Unidos en la invadida Palestina. Al encuentro llegaron cientos de activistas de muchas geografías que traían como agenda y bandera la causa palestina, personas que fueron a las marchas humanitarias a Egipto, Pallasos (así con doble ele) que trabajan con los campos de refugiados, colectivos que hablaron de las grandes manifestaciones en Europa, de puertos cerrados para no dejar pasar más armamento, de quienes han subido a los barcos para intentar romper el cerco que mar, aire y tierra han impuesto sobre un pueblo indefenso.

El tema de la autocrítica fue un tema relevante en el debate zapatista, como un espejo sucio que hay que revisar y limpiar constantemente, en obras de teatro y en las argumentaciones hablaron de contradicciones en las formas que han experimentado de autogobernarse, y el resultado fue que caían en cuenta que el sistema de opresión se construye como una pirámide, y que si repetimos esas pirámides se repetirán los abusos de poder. Los modelos que se intentaron en las Juntas de Buen Gobierno no resultaron, se dieron abusos, malas prácticas, burocracias e imposiciones, pero este movimiento, moviéndose como desde hace mucho, decide romper con ese modelo, con su propia pirámide.

Ahora se formaron como Gobiernos Autónomos Locales, cada vez más fuerza a las asambleas comunitarias, a las grandes comisiones de trabajo, y en una reivindicación los sueños que buscaron con el levantamiento del 94, de la sangre derramada, impulsados por sus modelos autonómicos de gobernarse, de los saberes de los pueblos originarios estos mayoritariamente indígenas mayas siguen sorprendiendo al mundo. Ahora levantan el comunalismo, el común, la abolición de la propiedad privada para liberar a la madre tierra, un debate que refresca el imaginario político. Con todo en contra se han sostenido y florecido por 31 años en las tierras que le arrancaron a los opresores y al Estado. Así siguen convocando a debatir y a construir esos mundos libres, con nuevos o viejos sueños, pero libres.

Otro de los temas, fue «El Pirámide» o la crítica al poder y al Estado, una pirámide que son muchas pirámides, una comparación para criticar las relaciones jerárquicas de poder en nuestras sociedades. La pirámide zapatista tenía cuatro lados: la represión, la explotación, el desprecio y el despojo. En muchas de nuestras colectividades y organizaciones se reproducen jerarquías de poder y privilegios. El ejemplo sencillo es, los que se pasan a trabajar con el Estado, los que luchan por no ser pobres de manera individualista, salidos de causas populares, buscan repetir las pirámides, las jerárquicas. No luchan contra la pirámide, buscan la cima de esa pirámide, Clara Brugada o Sheinbaum son ejemplo de ello, activista universitaria la primera, líder de organización de vivienda, la segunda. Solo hicieron una nueva pirámide con los mismos cuatro lados, cada vez más igual a la anterior. Al estar arriba se hicieron los nuevos ricos de la clase política que narco gobierna como un títere de los imperios globales.

Las pirámides como un símbolo de una sociedad estructurada con unos pocos arriba que oprimen y someten a los muchos que hay abajo de esa pirámide. No solo en la estructura del Estado sino en muchas formaciones sociales, las pirámides que nos han acostumbrado a creer y a repetir, una pirámide (por ejemplo la 4t) que remplaza a otra pirámide, con el justificante de ser «menos mala» que la anterior, aunque con el tiempo y el gran cinismo que caracteriza a la clase política, terminan siendo una pirámide, igual de injusta y desigual que cualquier otra de cualquier tiempo, así los zapatistas criticaron esas pirámides, y en su recuento histórico, criticaron las pirámides la de antes, las de mexicas, mayas y las actuales de malos gobiernos, chicos y grandes, de los actuales Estados Nación.

Se notó la experiencia que dejó el viaje a la Europa insumisa. Los zapatistas se sentían más hermanados con esos pueblos que correspondieron con contingentes de luchadoras sociales de algunas partes del todo. Con paciencia, con la más de las tolerancias y el mejor de los respetos, las y los zapatistas escucharon durante 14 días a quien quiso dar su mensaje, Compartieron su voz, su trabajo, su tiempo, su organización, su propuesta y su ejemplo. A las nueve de la mañana las actividades iniciaban, las y los zapatistas ya estaban en sus lugares para empezar las largas jornadas, se rotaban y llegaban otros pueblos a sumarse a las comisiones, unos a las obras, otros a la comida, a la limpieza, a la escucha, miles de zapatistas se organizaban para mantener esa actividad global para enfrentar el capitalismo. Tras casi doce horas de plática con su receso para comer y para el pozol a las ocho y media de la noche, terminaría las mesas de las presentaciones, así los catorce días las representaciones zapatistas de cada comunidad, acompañados de la dirigencia zapatista escucharon pacientes, atentos y respetuosos.

Las obras de teatro y las artes son su arma de construcción masiva de futuro y ha sido una constante en las últimas convocatorias zapatistas, es de gran valor conocer su obra, analizar y comprender sus argumentaciones y los modos en que estéticamente lo plasman en muchas representaciones, música, poesía, artes pictóricas. En esta ocasión compartieron unas obras de teatro, la primera sobre la crítica a las malas prácticas que se dieron en las Juntas de Buen Gobierno desde una autocrítica a su propio movimiento, otra en la que hacen una asamblea con los muertos y una más con las llamadas «agüitas» que simularían a óvulos y espermas de los futuros zapatistas.

Dentro de sus comparticiones estuvo la presentación de sus propuestas para salvar el futuro rescatando la sabiduría del pasado, primero con los trabajos que han desarrollado en la salud con el rescate del uso de las plantas y tratamientos naturales, luego nos mostraron como es la construcción de una casa sin herramientas modernas, como lo hacían los abuelos, sin clavos, sin herramientas eléctricas, solo el ingenio de las comunidades de manera respetuosa con la naturaleza, con un trapiche nos enseñaron a hacer panela y tomar un rico vaso de agua de jugo de caña, realizaron una muestra gastronómica con la comida de las comunidades, sin transgénicos, saludable, sabrosa, y que dieron muestra de lo generosa que es la madre tierra y las comunidades que la cuidan.

Los zapatistas invitaron a compartir lo que estábamos haciendo para enfrentar el capitalismo, no a darnos recetas o palabras que no estuvieran sostenidas con trabajo concreto. Sin embargo, las recetas estaban por todos lados para quienes quieran escuchar y ver con los ojos y oídos bien despiertos.

Les recomendamos revisar la página de enlace Zapatista y la cobertura hecha por los medios libres del Encuentro «Algunas partes del Todo». Larga vida a la autonomía y a derribar las pirámides que nos oprimen.

Cobertura colectiva de Noticias de abajo, Hijas de la tierra y Laboratorio Popular de Medios Libres. CC 2025.

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